enero 13, 2007


EL ABSOLUTISTA CORRENTINO

Editorial, Política:



Corrientes da señales de que algunas cosas corren por sus carriles propios. No esta bien, porque en una comunidad organizada y una provincia con un gobierno constitucional, en un modelo de república, debería serlo, la mayoría de las cuestiones deberían estar previstas. Es cierto que puede haber autoridades de licencia por vacaciones, pero la provincia no puede detenerse. Los problemas de cortes de luz en toda la provincia, el traslado de policías, el ascenso de policías afectados, inseguridad, inseguridad deliberada –ejemplo Paso de la Patria-, reacciones destempladas con el municipio de la Capital, y un sinnúmero de pequeñas cosas, marcan un gobierno ausente, detrás de los hechos, o ejecutándolos para complicar.Es cierto que puede haber autoridades de licencia por vacaciones, pero la provincia no puede detenerse. En un modelo republicano y democrático, el Estado no se resume en él gobernante, tipo Luis XIV, sin embargo, aquí pareciera que sí. Aquí, el gobernador, debe estar para que la provincia ejecute. Ser candidato a convencional, decidir la lista de propios y extraños e incluso promover su propia reelección. Componer un diferendo en Monte Caseros, o simplemente estar para que algunas cuestiones se ejecuten. Araceli Ferreyra dice, “Colombi es muy personalista”. El riesgo de esa pretensión autocrática, es justamente, que los hechos u omisiones, le son achacables. Es responsable, por lo que su gobierno hace y también por lo que deja de hacer. Las provincias con poca cultura democrática, tienden engendrar gobernantes de este tipo. Distanciado de sus socios originarios de la alianza Frente de Todos, esta gestión, está hoy expulsando sus asociados posteriores. Los que le permitieron construir su poder.Arturo enfrenta un desafío inmenso. Ha trabajado un año para sí mismo, envuelto en celofanes de desarrollo y diálogo, que sólo han disimulado un proyecto personal. Hoy está empezando a pagar costos. Con esos problemas mencionados. Su gestión aparece como responsable de la imprevisión y la desidia en el sector energético, en el sombrío acuerdo para entregarle la DPEC a empresarios amigos, que ya tienen otro servicio público monopólico, de la inseguridad atacada desde el barullo de un nombramiento que aún tiene pendiente los resultados; de la negación a dar seguridad a Paso de la Patria, de pretender su propia reelección desde el poder y la lista sigue. Al que proclama: el estado soy yo. Le llueven ahora, las facturas. Y podría pagarlas en febrero.

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